Podría escribir sobre el mes de octubre y una analogía sobre la vida, y contar cómo octubre es el mes que más me gusta, porque empieza el calor, puedo andar descalza por mi casa, y salir los días de semana a tomar una birra, pero también es el mes en que se me juntan todos los parciales y se me superponen con todas las cosas del laburo, y al final vivo entre ese limbo, de disfrutar algunos placeres mundanos y vivir estresada. En lugar de eso, prefiero decir que leí libros muy sensibles este mes, y que recién ahora que los veo todos juntos, me doy cuenta de eso. Hello darkness *fin de año*, my old friend.
Pelea de gallos - María Fernanda Ampuero
Pelea de gallos es un libro de cuentos muy crudo. Es una narración centrada en el cinismo, los vínculos de poder, la crueldad de los ricos, la lucha de clase, y lo violento y oscuro de todo ese universo, llevado al extremo. Ampuero tiene un registro que me suena similar a Enríquez, la construcción del terror aparece en los escenarios más ordinarios y cotidianos, y me parece alucinante. Si les gusto Enríquez, pueden seguir por Ampuero.
Desvelos de verano - Martín Kohan
Más leo a Kohan, más me gusta. El estilo narrativo que tiene ya es una marca registrada. Disfruto mucho leer a Kohan porque es de esos autores que no subestiman al lector y no tratan de explicar todo. En Desvelos de verano, particularmente, Kohan se mueve por la banquina del cuento, solo delimita algunas cuestiones y en lo no dicho, invita al lector/a a imaginar y llenar de sentido. Algunos cuentos me gustaron más que otros, pero es hermoso. Recomendación: leerlo en verano. Si algo hace Kohan perfectamente es crear atmósfera, y esta de verano es hermosa.
Salvapantallas - Luis Chaves
Leer a Chaves es una experiencia única. Salvapantallas es un híbrido entre memorias, diarios de viaje y microrrelatos. Hay imágenes y escenas de la adolescencia y de la adultez muy atrapantes. Este libro es un relato en el que Chaves nos muestra el camino que lo condujo a convertirse en poeta y escritor. Son capítulos cortos que nos abren la puerta a momentos de la vida como destellos. Está preciosamente escrito y me parece un libro hermoso para llevarse vacaciones.
Diarios - Cabezón Cámara, Enriquez, Kohan, Saborido, Sosa Villada.
En la Fed (Feria de editores independientes) de este año, me regalaron este libro bellísimo con relatos y cuentos de Gabriela Cabezón Cámara, Mariana Enriquez, Martín Kohan, Pedro Saborido y la gran Camila Sosa Villada. Diarios es un registro colectivo, literario y documental producido durante la pandemia en la página web del Centro Cultural Kirchner. Todos los escritos están atravesados por alguna de las tantas dimensiones de reflexión que dejaron estos últimos dos años. No es nada de esa cosa progre de “de esta salimos mejores” sino que realmente hay una reflexión mucho más profunda y que va más allá. Cada autor le imprime su estilo y es lo más lindo del libro. Diarios no se distribuye comercialmente, pero encontré uno de los cuentos de Enriquez que está incluido en esta tirada, y que es mi preferido, haciendo click acá lo pueden leer.
Las estrellas - Paula Vázquez.
Las estrellas es un libro que mezcla crónicas, poemas y ensayos. Es el relato de una despedida. La protagonista de esta historia relata la vivencia de perder a su madre debido al cáncer. Es un libro frente al cual hay que entrar con mucho cuidado. Vázquez tiene una prosa plagada de sensibilidad - además de que me pareció excelente - que se adentra en una búsqueda por resignificar las ausencias y algunos atisbos de como se sigue en la vida después de la pérdida de una madre. Lo tuve que leer de a poco, pero es una lectura hermosa y muy difícil de olvidar.
La luz y la montaña - Soledad Urquía.
Ya hablamos mucho de este libro ACÁ, es hermoso, prolijo y la protagonista de la historia, sin ninguna bajada de línea, guía al lectorx por un camino sobre las búsquedas de paz interior y de los rituales, y como eso se pone en juego en relación al género y los mandatos. Uno de los mejores libros que leí en octubre.
La ley de los volcanes - Adrienne Rich.
Adrienne Rich fue una de las más grandes poetas de Inglaterra. Falleció en 2012. En su poesía explora la relación entre el poder y lenguaje, habla sin pudor sobre lo erótico, y lo sitúa desde el paradigma lésbico feminista. En La ley de los volcanes le responde a Neruda cuando escribe Veinte poemas de amor y una canción desesperada, y le da un giro queer, exponiendo lo heteronormativo. Este poemario es hermoso de principio fin, y si nunca leyeron poesía, este puede ser un buen inicio.
Conversaciones sobre la escritura - Úrsula K. Le Guin.
Una edición hermosa de Alpha Decay. Le Guin fue una de las mayores novelistas de ciencia ficción de la ultima década. Poco antes de fallecer en 2018, Úrsula le comparte a David Naimon, su amigo, una serie de conversaciones que grabaron, en donde los dos reflexionan sobre la escritura, sus artificios y singularidades. Es un libro muy corto, tiene menos de cien páginas pero es preciso e inmenso sobre la narrativa, la poesía y el ensayo. La inteligencia de Úrsula K. Le Guin es realmente conmovedora. Me parece un libro genial para regalarle a alguien a quien le guste escribir.
Formas de volver a casa - Alejandro Zambra.
Formas de volver a casa está dentro de los mejores libros del 2021. Zambra relata a Chile de mediados de los años ochenta, a partir del punto de vista de un chico de nueve años. Hay una historización hermosa que se puede extender fácilmente a todos aquellos niñxs que alguna vez atravesaron la dictadura, sin entender que las ideas pueden matar. La sensibilidad de Zambra para narra es algo que me conmueve siempre, cada vez que lo leo. Acá les dejo uno de mis fragmentos preferidos:
“Los padres abandonan a los hijos. Los hijos abandonan a los padres. Los padres protegen o desprotegen pero siempre desprotegen. Los hijos se quedan o se van pero siempre se van. Y todo es injusto, sobre todo el rumor de las frases, porque el lenguaje nos gusta y nos confunde, porque en el fondo quisiéramos cantar o por lo menos silbar una melodía, caminar por un lado del escenario silbando una melodía. Queremos ser actores que esperan con paciencia el momento de salir al escenario. Y el público hace rato que se fue.”
Un lugar seguro - Olivia Teroba
Este libro es un conjunto de ensayos, narra desde el espacio propio de la casa, el hogar, hasta el cuerpo y la libertad como un espacio seguro. Teroba es una joven escritora mexicana, y lo que hace es muy genuino, algo de sus ensayos reflejan lo que callamos todas las mujeres, e invita a replantear prácticas y tejer redes para cuidarnos entre nosotras. Un lugar seguro es un recorrido sobre la amistad, la literatura, el significado de ser mujer y las relaciones personales y familiares.
Una familia bajo la nieve - Monica Zwaig
Un libro sensible que no cae en golpes bajos. Zwaig narra, con algunos tintes autobiográficos, una historia sobre la búsqueda de la identidad. La protagonista, Harmonica, nació en Francia y es hija de padres argentinos exiliados durante la dictadura militar. En su infancia lidia con el silencio de su propia historia familiar, la crisis matrimonial y divorcio de sus padres, y la muerte que la rodea. En su juventud, Harmonica, empieza un camino inconsciente en donde se comienza a involucrar en los crímenes de lesa humanidad perpetrados en Sudamérica en la década del 70, y es recién ahí donde comprende algo de su historia familiar. Tiene una mirada sobre la dictadura militar, centrada no tanto en el horror (aunque el horror siempre está) sino en cómo se sigue viviendo a partir de ahí, y como ese trauma puede ser el núcleo en torno al cuál alguien construye su vida. Un libro hermoso de principio a fin.
Llevaré su nombre - Analía Kalinec.
El primer año que entre a la facultad, conocí a Analía. Vino a dar una charla y a contar la experiencia del colectivo Historias Desobedientes. Después de escuchar a Analía entendí que la realidad siempre es más compleja y que nunca se ajusta a nuestros saberes. Analía relata a través de documentos y legajos, como transitó y transita, la vida siendo hija de un genocida, el “Dr K”, como se hacía llamar su papá en los espacios en donde torturaba, secuestraba y reprimía durante la última dictadura cívico eclesiástica militar. Analía nos acerca a esa experiencia, casi irreal, de ver como tu papá que te contaba cuentos, te besaba y te decía que te amaba, cuando no estaba en tu casa, mataba y torturaba gente. Analía es la única de su familia que asumió la realidad de los hechos, lo que le implico que la alejaran de sus familiares, de sus hermanas, e incluso iniciaran acciones judiciales en su contra. Analía, en su valentía, se acerca a Abuelas y decide fundar el colectivo de Historias Desobedientes, que aglutina a familiares de genocidas que luchan por la Memoria, la Verdad y la Justicia, reclamando que lxs hijxs de genocidas puedan declarar y testificar en los juicios por crímenes de lesa humanidad para que los acusados/condenados como su padre cuenten lo que saben sobre el destino de sus víctimas. Es increíble este libro, y sin duda forma parte de nuestra historia como país.
Octubre estuvo por demás sensible. Veremos que depara noviembre.
-agustina.